Sierra Nevada, considerada como el techo de la Península Ibérica, es hoy por hoy una isla de biodiversidad, por lo que se considera a este Parque Nacional como el “Museo Botánico” de la Red de Parques Nacionales peninsulares y uno de los lugares del planeta con mayor diversidad biológica.
Sierra Nevada alberga las cumbres más elevadas de la Península Ibérica, los picos Mulhacén (3.482 m.) y Veleta (3.394 m.). Fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1986, Parque Natural en 1989 y Parque Nacional en 1999. Éste último, con 86.208 hectáreas de superficie a lo largo de 44 municipios de Granada y Almería, presenta paisajes que sorprenden por su grandiosidad constituyéndose en la actualidad en el Parque Nacional de mayor extensión de España. Su longitud aproximada es de 80 kilómetros y una anchura variable entre 15 kilómetros y 40 kilómetros.
Los orígenes geológicos se remontan al período Terciario, cuando se levantó el macizo montañoso. Durante el Cuaternario se cubrió de glaciares, que dejaron sus huellas en las cumbres: valles en forma de U, circos coronados por cumbres escarpadas y unas cincuenta lagunas aproximadamente en las depresiones y circos glaciares de las cumbres.
Tiene dieciséis picos que superan los 3.000 m. de altitud, como la Alcazaba (3.366 m.) o el Picón de Jérez (3.088 m.), además del Mulhacén y el Veleta, haciendo de Sierra Nevada el lugar perfecto para disfrutar de la alta montaña, tanto en invierno como en verano.